Era el último partido en la selección del gran David Barrufet y del seleccionador Pastor, y era la lucha por la medalla de bronce ante la que aun era campeona olímpica como Croacia, y finalmente se consiguió la victoria. David no juego ni de titular ni siquiera tuvo muchos minutos pero vivió el partido en el banquillo animando a sus compañeros y disfrutando con ellos de haber conseguido la medalla de bronce igualando el bronce de Atlanta ’96 y Sydney 2000 y en el que Demetrio Lozano repitió y consiguió su tercera medalla de bronce en unos juegos.
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